¡ Vacío !
La muerte no existe. Nadie nace, nadie muere. La vida es eterna. No hay fin, sólo continuidad. Todas las antiguas y vigentes tradiciones solares aluden a ello como una sabiduría, una certeza, una verdad develada. La creencia arraigada en el inconsciente colectivo de Occidente, acerca de eventos “apocalípticos” y del “fin del mundo”, responde al tan arraigado concepto de la muerte como una finitud.
Los Maya eran los maestros de los ciclos, y 52 años es, en su cosmovisión, el ciclo espacio-temporal necesario y suficiente para el completo despliegue, manifestación y real-ización de una individualidad humana in-corporada en la materia. A su vez, 52 años es un quinto en el fractal de 520 años a que aluden las 12 + 1 profecías Maya de Chilam Balam de las que trata esta obra. Y 520 años es, a su vez, un fractal de 5.200 años, los que constituyen un quinto de los 26.000 años del proceso de Embriogénesis de la actual humanidad, que vive su trance final de alumbramiento. Son las matemáticas devueltas a su condición de poesía por nuestros hermanos mayores, los Maya.
A través de estas 12 + 1 profecías, ellos nos recuerdan que todo lo que ha ocurrido ayer volverá a ocurrir mañana. Y que todo lo que se manifiesta en un pequeño ciclo no es sino un reflejo de lo que ya está determinado en un plano mayor de manifestación. Antes que Pitágoras, los Maya hablaron a Occidente de la Ley de correspondencia, en el lenguaje críptico y poético de Zuyua, la lengua de los antiguos iniciados del Culto Solar.
Chilam Balam nos recuerda, una y otra vez, que la actual “crisis” medioambiental por la que atraviesan el Planeta y la humanidad no son producto de la intervención del hombre, su ciencia y su tecnología, sino de los ciclos naturales de la Madre-Tierra, que está pariendo humanidades cada 26.000 años, y de la acción del Padre-Sol, que pene-tra, una y otra vez, a esta Madre, a través de la acción de los neutrinos, las lenguas de viento solar que perforan el himen atmosférico y el ciclo de las manchas Solares. Las 12 + 1 profecías Maya nos dicen que no hay crisis y que no es el hombre la causa de las alteraciones geofísicas que hoy vivenciamos.
¡¡La Muerte no existe!!
¡¡El Mundo no se acabará!!
La humanidad está en el trance de parto desde la tridimensional matriz de la Madre-Tierra hacia una octava superior de conciencia, la Quinta Dimensión. Los Maya nos legaron una poderosa herramienta para prepararnos y sortear victoriosos los eventos relacionados con ese gran parto del año 2012: el Tzolkin, las 33 claves ascensionales Maya, que como Agenda Digital Maya 2009-2012 adjuntamos a este libro. Su seguimiento diario y la meditación en cada uno de sus textos despertarán en el lector su propia memoria cósmica, almacenada en su banco de memoria celular.
