Perón

La figura central de esta obra ha generado y generará textos de todo tipo, pero de índole testimonial, escritos por testigos y actores que compartieron momentos críticos a su lado, muy pocos. Y referidos a la salud de Perón tras su retorno definitivo, es muy improbable que aparezca otro. El doctor Pedro Ramón Cossio, hijo del médico de cabecera del general y que contribuyó con su padre a asistirlo, fue "testigo presencial de un sinnúmero de hechos de ese período histórico" a los que aquí pasa reseña, además de aportar documentos médicos de la época, con un valor incalculable. El doctor Carlos A. Seara formó parte del equipo de jóvenes médicos que lo atendió durante su último año de vida, las 24 horas del día si era necesario, incluyendo su último viaje al Paraguay, que le costó el deterioro definitivo de su salud. Su relato directo de la muerte de Perón, después de intentar reanimarlo durante horas, no tiene parangón en la bibliografía argentina reciente. En síntesis: en esta obra impactante, ambos vuelcan las experiencias vividas al lado de tan particular paciente, protagonista insoslayable de nuestra historia.