¡ Vacío !
A partir del diario imaginario de una psicoanalista (artificio literario que le permite incluirse íntimamente en todas sus reflexiones), la autora recorre la problemática de las diversas escuelas psicoanalíticas en relación con el momento de la historia del mundo en que surgieron. Se interesa por la transformación del lugar del analista en tanto, así como el psicoanálisis mismo, se va corriendo de sus creencias fundamentalistas y se abre a la comprensión de un semejante-diferente, co-padeciente del mismo mundo. Reflexiona acerca de las éticas humanistas y aquellas que no lo son, y la vinculación de las primeras con una ley que rige de manera igualitaria, asumiendo el sujeto la responsabilidad por el otro.