Esta Novena, dedicada a la Corona de Espinas, nos lleva tanto a comprender el sentido de las espinas que hirieron y hieren a Cristo, como a encontrar una forma mística de aliviar ese dolor. Esta forma de aliviar ese dolor y desprender esas espinas, está al alcance de todos los que aman a Jesús y desean seguirlo. El método consiste en tomar cada día -o cada semana o período necesario- para analizar debidamente un área del propio yo, de la propia vida interior, para purificarla y hacerla grata a Dios por medio de una conversión real, práctica. Porque esto tiene la presente Novena: es un método práctico de realizar la conversión diaria, de una forma seria y escalonada. Por ello estamos seguros de que, quienes realicen esta novena (que puede durar tanto nueve días como nueve semanas), lograrán mucho provecho espiritual, quizás más del esperado. Esto es lo que ha sucedido en los que ya han hecho esta novena, que, en fotocopias, ha ido hasta ahora de mano en mano.