Nosotros, gente común y corriente

Textos misioneros
Estos escritos visionarios dan testimonio de que el cristianismo puede convivir con un mundo aquejado de ateísmo, en el que la clave del encuentro con el otro radica en verlo como una persona, no una idea, y amarlo profundamente como prójimo.
Nosotros, gente común y corriente
Sello: Lumen
ISBN: 978-987-00-0737-1
Páginas: 320
Año: 2008
Autor: Madeleine Delbrêl
Disponibilidad: Disponible
Precio: $12.750,00
Cant.:  

Nosotros, gente común y corriente fue un libro precursor en su época porque planteaba la posibilidad de convivencia del cristianismo con el que fuera considerado su mayor enemigo: el comunismo. Durante todo el siglo XX hubo enfrentamientos y demonizaciones de las dos partes, muy pocas veces llegando a un diálogo sanador que tendiera puentes de comprensión y colaboración entre ellas. Madeleine Delbrêl haría exactamente eso, desde muy temprano y con voluntad de hierro, siempre empuñando el Evangelio como su única arma y herramienta. Durante treinta años, hermanada con los obreros con los que compartía su vida por opción y vocación, vivió la oración y el seguimiento como laica, demostrando que eso no significaba ni una partícula menos de vocación que la vida religiosa en todas sus formas tradicionales. Por el contrario, pionera también en eso, probó la enorme riqueza que podía encontrar la Iglesia en la inserción en los medios obreros, y se lanzó a ser "misionera sin barco", para evangelizar en su propia ciudad, entre su propia gente, en lugar de marchar a lugares lejanos para convivir con culturas extrañas, como era usual en la Europa de la época. Porque se propuso vivir "con las manos aferradas a la persona de Nuestro Señor y los pies bien plantados en medio de la muchedumbre de los que no creen". En la actualidad, cuando se plantea el interrogante sobre el futuro de la vida cristiana en un mundo de tan variadas opciones y aquejado de una denunciada decristianización general, este libro se convierte en visionario y profético para testimoniar que sí es posible la convivencia, que la clave del encuentro con el otro radica precisamente en el encuentro, en ver en el otro una persona, no una idea, y amarlo profundamente como prójimo. Aquí, Madeleine nos invita a ser lo que ella tanto deseaba que los cristianos fueran: esas "personas para las cuales Dios es suficiente, en un mundo en el que Dios parece no servir para nada".

Indice
Indice
Prefacio a la edición de Nous Autres, Gens des Rues, por Hans Urs von Balthasar 5
Introducción, por Jacques Loew 9
Preámbulo. Dios ha muerto... ¡Viva la muerte! 57

Primera parte: El misionero, 1933-1949 61
Nosotros, gente común y corriente 67
Misioneros sin barcas 73
Aquel que me sigue no marcha en tinieblas 77
El baile de la obediencia 86

Segunda parte: La Iglesia, 1950-1954 91
El pueblo de París va al entierro de su padre 97
Diversidad y unidad de la condición proletaria 99
Conocimiento y acción 110
Un grito nuevo 112
Iglesia y misión 114
La miseria del espíritu 127
Un viaje relámpago a Roma 133
Tendencia a la alianza, tendencia a la salvación 136
El amor a la Iglesia 140
El riesgo de la sumisión 146

Tercera parte: Los dos abismos, 1955-1960 153
La bondad 159
Perplejidades sobre la obediencia y el amor al prójimo 167
Luego de una decisión romana 173
Características de una parroquia misionera 188
La Buena Noticia 195
Revisión de fe 199
Manifiesto del cristiano al mundo ateo 202
La Iglesia, una misma vida en un mismo cuerpo 211
Luz y tinieblas 215

Cuarta parte: Las batallas de la fe, 1961-1964 221
Tiempo de hoy, tiempo de nuestra fe 227
Expectativa marxista y esperanza cristiana 241
Expectativa comunista 244
Ateísmo y evangelización 260
Los hombres de buena voluntad 282

Quinta parte: La lección de Ivry 285
Ambiente ateo, circunstancia favorable para nuestra propia conversión 291

Palabras finales, por L. Augros 305