"María no es soberana sino servidora. No es meta, sino camino. No es semidiosa, sino la Pobre de Dios. No es todopoderosa, sino intercesora. Es, por encima de todo, la Madre que sigue dando a luz a Jesucristo en nosotros." La Theotokos es, pues, la Madre de Jesucristo y la Madre nuestra. Dios Padre encargó a su Hijo Jesucristo transformar al hombre y al mundo, liberándolo del pecado y conduciéndolo a la "divinización" mediante la gracia. Es el momento del gran retorno de los hijos a la Casa del Padre, al Reino de Dios. La Madre de Dios precede y guía a sus hijos en este lento y difícil caminar, por medio del amor, de la humildad, del silencio, de la fe profunda en Dios, de la conversión interior y del enriquecimiento espiritual; la reconciliación fraterna y la donación hacia los demás. "Sé el camino de los que parten y la serenidad de los que quedan. Acompáñanos siempre, mientras vamos peregrinando juntos hacia el Padre." La Madre es la maestra que nos ayuda a encarnar a su Hijo Jesucristo vivo, sufriente, pobre, humilde, paciente, misericordioso, como el que perdona y calla, y defiende la verdad divina hasta con la muerte: "Madre del Silencio y de la Humildad, tú vives perdida y encontrada en el mar sin fondo del misterio del Señor."
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Indice | Capítulo I: Retorno 7 1. La fuente sellada 9 2. Rasgos para una fotografía 25 Capítulo II: Peregrinación 37 1. Eterno caminar 39 2. Feliz tú, porque creíste 50 3. Hacia el interior de María 63 4. María, ante el silencio de Dios 81 Capítulo III: Silencio 109 1. Fidelidad en el silencio 111 2. El drama de un silencio 129 3. Prodigio en el seno del silencio 147 Capítulo IV: La Madre 167 1. La Madre del Señor 169 2. Travesía 195 3. Madre nuestra 205 4. Entre el combate y la esperanza 225 Conclusión 233 Marcha transhistórica y consumación 235 |