Cuando el ser humano se entrega a la oración interior, hace intervenir al pensamiento, la imaginación, la emoción y el deseo y puede experimentar cuán necesaria es esta movilización para profundizar en las convicciones de la fe y suscitar la conversión del corazón. La oración lo conduce hacia el conocimiento del amor de Dios, a la unión con Él. Somos cuerpo y espíritu, y por lo tanto es necesario rezar con todo nuestro ser para dar a nuestra súplica todo el poder posible. La oración que se gesta en la intimidad luego sube desde las profundidades del alma y se expresa en actos y palabras vivas. Por medio de su Palabra, Dios habla al hombre. Por medio de palabras, mentales o vocales, nuestra oración toma cuerpo. Pero lo más importante es la presencia del corazón ante Aquél a quien hablamos en la oración. "Que nuestra oración se oiga no depende de la cantidad de palabras, sino del fervor de nuestras almas." (san Juan Crisóstomo) ¿Qué es la oración interior? ¿Cuál es su esencia? ¿Cómo podemos aprender a practicarla? Estos y otros interrogantes se plantean en esta antología compilada por el padre Chariton. En ella, se incluyen fragmentos de autores espirituales griegos y eslavos, cuya preocupación es alcanzar la oración interior continua.
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Indice | Prólogo 3 Introducción. El padre Chariton y su monasterio 6 Las fuentes de la antología 9 El espíritu, el intelecto y el corazón 17 Tres grados de oración 23 Las pasiones y la imaginación 27 La Oración de Jesús 32 Capítulo I. El lugar interior del corazón 48 Entra en tu celda interior y cierra la puerta 48 Acerca de la dualidad del hombre y de las dos formas de oración 49 Unión de amor con Dios 53 La oración pronunciada con los labios sin atención del intelecto no sirve para nada 55 La oración debe ser breve pero frecuente 56 Capítulo II. ¿Qué es la oración? 61 La prueba decisiva 61 Preguntas fundamentales 61 La prueba decisiva 61 Grados de la oración 62 La esencia de la oración 63 La oración interior es una necesidad para todos 64 La oración exterior no basta 65 Oración oral 67 ¿Por qué los signos de la Iglesia? 69 La oración del intelecto en el corazón 73 Sentimientos y palabras 75 El don del sentimiento 75 El cuerpo, el alma y el espíritu 76 El intelecto en el corazón 76 La obra esencial de nuestra vida 76 Oración en voz alta y oración silenciosa 78 El poder de la oración no está en las palabras 78 Una actitud corporal firme 79 La oración del corazón 79 Lo principal 79 Los grados de la oración 80 Tres etapas en la oración 80 Otras distinciones 81 Oración del hombre, don de la oración, oración de éxtasis 82 Tres tipos de oración: de los labios, del intelecto, del corazón 84 El fuego de la oración y el paraíso en el alma 85 Encierren su espíritu en las palabras de la oración 86 Oración de la imaginación, del intelecto y del corazón 86 Deseo y sed de Dios 89 Dos formas de oración interior 90 La oración que obra por sí misma 91 La oración del espíritu 92 La aproximación a la oración contemplativa 93 Oración activa y oración contemplativa 94 El peregrinaje interior del intelecto y del corazón 95 Recen como si comenzaran a rezar por primera vez 96 Capítulo III. La oración de Jesús 97 La meditación secreta 97 Los frutos de la meditación secreta 97 La meditación secreta y la oración continua 99 La meditación interior debe comenzar lo antes posible 101 Permanezcan en su interior y adoren en lo secreto 103 Eviten el adormecimiento 104 La oración incesante 104 Cómo adquirir la oración incesante 104 La oración incesante sin palabras 105 Es necesario rezar siempre y en todas partes 105 El secreto de la oración incesante: el amor 107 La práctica de los Apóstoles 108 Una oración implícita 109 Permanecer ante Dios en la adoración 109 Los frutos de la oración incesante 110 Permanecer ante Dios 111 Una oración que se repite por sí misma 112 Sentimiento de amor hacia Dios 114 Un mandato que se dirige a todos 115 La Oración de Jesús 116 Para los laicos como para los monjes 116 El poder del Nombre 117 La simplicidad de la Oración de Jesús 118 Bajo la mirada de Dios 118 Un refugio para los indolentes 119 Un remedio contra la somnolencia 120 Penetrar profundamente en la Oración de Jesús 120 Un cántico entonado con inteligencia 120 Una luz para nuestros pasos 121 Las manos en el trabajo, el intelecto y el corazón con Dios 122 El calor que acompaña a la Oración de Jesús 123 La vía más fácil para llegar a la oración continua 128 Un pensamiento único o sólo el pensamiento del Único 130 Técnicas y métodos no tienen importancia; una sola cosa es esencial 131 Por qué la Oración de Jesús es más eficaz que ninguna otra oración 133 No es un talismán 133 Una repetición mecánica no conduce a nada 134 Oración vocal y oración interior 134 Eviten las representaciones imaginativas 135 Imágenes e ilusiones 136 Rechacen toda imagen 136 Llamen sin cesar: ¡Señor Jesucristo! 137 Si Jesús está en nosotros, todo es posible 138 Que la Oración de Jesús se ligue a su respiración 138 El rosario, o bien el ritmo respiratorio 139 Técnicas respiratorias, ilusión y lujuria 139 El lugar de las técnicas respiratorias 140 Todavía sobre el rol de las técnicas respiratorias 142 Niños que hablan a su Padre 143 El progreso en la oración no tiene fin 144 Lectura espiritual 145 Los autores rusos son más accesibles que los griegos 145 Cómo hacernos un plan de lectura 145 No son las palabras las que cuentan, sino nuestro amor a Dios 146 La chispa de Dios 147 Una pequeña chispa 149 Un hilo de agua que murmura 149 Los esfuerzos del hombre y la gracia de Dios 150 Una fuente que murmura en el corazón 152 El tesoro oculto de la gracia bautismal 155 Conservar siempre una gran humildad 156 Acerca de la necesidad de tener un guía espiritual 156 No hay progreso sin sufrimiento 159 La otra orilla del Jordán 160 El recuerdo de Dios 161 En el corazón y en la cabeza 161 Permanezcan en paz y silencio 161 Una conversación secreta con el Señor 162 Lleguen a ser verdaderamente un hombre 162 Una entrada rápida al Paraíso 163 El recuerdo incesante de Dios es un don de la gracia 164 Postraciones frecuentes 164 El pensamiento de Dios y la Oración de Jesús 165 La proximidad de Dios y su presencia en el corazón 165 Abandónense al Señor 166 Peligros del olvido 167 Polvo ante la faz de Dios 168 |