El Catecismo de la Iglesia católica que aprobé el 25 de junio pasado, y cuya publicación ordeno hoy en virtud de la autoridad apostólica, es una exposición de la fe de la Iglesia y de la doctrina católica, atestiguadas o iluminadas por la Sagrada Escritura, la Tradición apostólica y el Magisterio eclesiástico. Lo reconozco como un instrumento válido y autorizado al servicio de la comunión eclesial y como norma segura para la enseñanza de la fe. Dios quiera que sirva para la renovación a la que el Espíritu Santo llama sin cesar a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, en peregrinación hacia la luz sin sombra del Reino. La aprobación y la publicación del Catecismo de la Iglesia católica constituyen un servicio que el sucesor de Pedro quiere prestar a la Santa Iglesia católica, a todas las Iglesias particulares en paz y comunión con la Sede Apostólica de Roma: el de sostener y confirmar la fe de todos los discípulos del Señor Jesús (cf. Lc 22, 32), así como de reforzar los vínculos de unidad en la misma fe apostólica. Pido, por tanto, a los pastores de la Iglesia y a los fieles, que reciban este Catecismo con un espíritu de comunión y lo utilicen constantemente cuando realizan su misión de anunciar la fe y llamar a la vida evangélica. Este Catecismo les es dado para que les sirva de texto de referencia seguro y auténtico para la enseñanza de la doctrina católica, y muy particularmente para la composición de los catecismos locales. Se ofrece también a todos aquellos fieles que deseen conocer mejor las riquezas inagotables de la salvación (cf. Jn 8, 32). Quiere proporcionar un punto de apoyo a los esfuerzos ecuménicos animados por el santo deseo de unidad de todos los cristianos, mostrando con exactitud el contenido y la coherencia armoniosa de la fe católica. El Catecismo de la Iglesia católica es, finalmente, ofrecido a todo hombre que nos pida razón de la esperanza que hay en nosotros (cf. 1 P 3, 15) y que quiera conocer lo que cree la Iglesia católica. Este Catecismo no está destinado a sustituir a los catecismos locales debidamente aprobados por las autoridades eclesiásticas, los obispos diocesanos y las Conferencias Episcopales, sobre todo cuando estos catecismos han sido aprobados por la Santa Sede. El Catecismo de la Iglesia católica se destina a alentar y facilitar la redacción de nuevos catecismos locales que tengan en cuenta las diversas situaciones y culturas, pero que guarden cuidadosamente la unidad de la fe y la fidelidad a la doctrina católica. Juan Pablo II Constitución apostólica Fidei depositum, 1992
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Indice | Introducción 3 Constitución apostólica Fidei depositum 9 Prólogo 15 Primera parte. La profesión de la fe 21 Primera sección. "Creo" - "Creemos" 21 Capítulo primero. El hombre es "capaz" de Dios 21 Capítulo segundo. Dios al encuentro del hombre 26 Capítulo tercero. La respuesta del hombre a Dios 43 Segunda sección. La profesión de la fe cristiana. Los símbolos de la fe 55 Capítulo primero. Creo en Dios Padre 57 Capítulo segundo. Creo en Jesucristo, Hijo Único de Dios 104 Capítulo tercero. Creo en el Espíritu Santo 167 Segunda parte. La celebración del misterio cristiano 253 Primera sección. La economía sacramental 257 Capítulo primero. El misterio pascual en el tiempo de la Iglesia 257 Capítulo segundo. La celebración sacramental del misterio pascual 270 Segunda sección. Los siete sacramentos de la Iglesia 287 Capítulo primero. Los sacramentos de la iniciación cristiana 287 Capítulo segundo. Los sacramentos de curación 332 Capítulo tercero. Los sacramentos al servicio de la comunidad 357 Capítulo cuarto. Otras celebraciones litúrgicas 387 Tercera parte. La vida de Cristo 393 Primera sección. La vocación del hombre: la vida en el Espíritu 397 Capítulo primero. La dignidad de la persona humana 397 Capítulo segundo. La comunidad humana 428 Capítulo tercero. La salvación de Dios: la Ley y la Gracia 440 Segunda sección. Los Diez Mandamientos 463 Capítulo primero. "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas" 469 Capítulo segundo. "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" 490 Cuarta parte. La oración cristiana 563 Primera sección. La oración en la vida cristiana 563 Capítulo primero. La revelación de la oración. La llamada universal a la oración 565 Capítulo segundo. La tradición de la oración 583 Capítulo tercero. La vida de oración 593 Segunda sección. La oración del Señor: "Padre Nuestro" 607 Índices 631 Índice de textos 635 Índice temático 695 Índice general 723 |