¡ Vacío !
Esta obra no es una lucubración idealista, ni tampoco es del tipo de “novela religiosa” tradicional, salvo la evocación del título. Su trama está basada en la identificación de los actores con sus respectivos papeles, en la representación del ministerio de la Pasión en una aldea del Asia Menor sometida al protectorado turco. Obra de imaginación humana y real, es única en su género por lo cautivante y profunda, por lo generosa y cruel; ora azota despiadadamente, ora consuela como una madre. Esta novela extraordinaria es el testimonio de un cristianismo contemporáneo, no basado en palabras sino en actos. Y, como dijeron los críticos, es la respuesta humanista a la bomba atómica.