“En 2003 se inició entre los autores de este libro un diálogo en torno al material clínico de una paciente de características muy especiales, que sugerían recurrir a una teoría de la envidia para llegar a comprenderla y tratarla. Era una analizada que parecía no incluirse en las ideas conocidas y las nociones habituales. Pronto comprendieron los autores, sin embargo, que este caso singular no era único, sino, al contrario, una expresión extrema de los tiempos presentes. Esto los llevó a preguntarse si era necesario ir un poco más allá de las teorías conocidas. (...) A pesar de que la envidia se presenta como un tema específico y circunscrito, los autores piensan, con razón, que si se lo considera con detenimiento en su complejidad nos lleva espontánea y naturalmente a los problemas fundamentales del psicoanálisis. (...) Chuster y Trachtenberg se proponen estudiar (o, diría yo, disecar) la envidia según cuatro parámetros: clínico, teórico, epistemológico y socio-histórico, y así lo hacen en los capítulos que componen esta obra.
La envidia es una metáfora que apuesta, en última instancia, a la inmortalidad...” (del Prólogo de R. Horacio Etchegoyen).