Gregorio, uno de los padres de Capadocia, ha legado varias consideraciones sobre la perfección evangélica, inspirándose en grandes hombres del Antiguo Testamento, quienes, llamados por Dios para cumplir una misión divina, en medio de sacrificios y privaciones, fueron fieles a la palabra del Señor, viviendo con profunda fe el llamado divino. La Vida de Moisés o Camino a la Perfección de las Virtudes, es una comparación espiritual entre el alma humana y el pueblo elegido. Dios ha liberado a su pueblo de la esclavitud del pueblo egipcio y lo condujo a la Tierra Prometida. Así, el alma humana, del estado de rebelión y enemistad es conducida al estado de amistad con Dios, mediante la práctica de las virtudes en el camino de la perfección: oración, meditación, penitencia y liberación interior, hasta llegar a la quietud en Dios, a ser amigo de Dios, al Amor divino.