¿Por qué el ser humano se siente solo? ¿Qué es la consolación? ¿Es posible la consolación divina en este mundo tan lleno de dolor? Nunca como hoy el ser humano ha tenido tanta hambre de consolación, y nunca como hoy se aboca a cualquier alimento que se le proponga o que parezca que puede saciar sus apetitos. En este libro, el padre Matteo La Grua nos muestra el camino y nos anuncia que nadie debe sentirse solo, ya que Dios siempre está presente con su infinito amor misericordioso que nos consuela. Dios irrumpe en la soledad del ser humano, se hace presente porque lo ama y lo quiere salvar. Sólo Dios puede dar al ser humano el pan que otorga la vida y el agua que apaga la sed. Y, habiendo sido consolados por Dios, nos convertimos en consuelo para nuestros hermanos.
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Indice | Presentación 7 Introducción 15 Capítulo I. La soledad del hombre, hoy 19 Capítulo II. La soledad purificadora 29 Capítulo III. Dios de toda consolación 37 Capítulo IV. También nosotros podemos consolar 51 Capítulo V. Mará y el madero de la Cruz 65 Capítulo VI. Las doce fuentes de Elim 83 Pozo n.º 1 Plegaria 85 Pozo n.º 2 Palabra de Dios 87 Pozo n.º 3 Penitencia sacramental 90 Pozo n.º 4 Pan Eucarístico 93 Pozo n.º 5 Presencia de Dios 96 Pozo n.º 6 Providencia de Dios (abandono a ella) 100 Pozo n.º 7 Pasión de Cristo 102 Pozo n.º 8 Perdón fraterno 105 Pozo n.º 9 Piedad por los pobres 109 Pozo n.º 10 Pequeñez espiritual 111 Pozo n.º 11 Predilección (amistad) 116 Pozo n.º 12 Parusía (regreso del Señor) 118 La fuente profunda: el corazón de Cristo 122 Capítulo VII. Las bienaventuranzas evangélicas y la consolación 127 Capítulo VIII. María, madre de la consolación 161 Capítulo IX. Ángeles consoladores 167 Capítulo X. Por un ministerio de consolación 175 Conclusión 183 Apéndice. Ritos mistagógicos 187 1) Mistagogía del fuego 188 2) Mistagogía del agua 193 3) Mistagogía del aceite 203 |