San Alfonso María de Ligorio, doctor de la Iglesia, músico, poeta, escritor, y especialmente misionero entregado a los pobres, fue autor de más de 111 obras de enorme belleza y profunda reflexión que abarcaron tres campos: la moral, la fe y la vida espiritual, y lo convirtieron en uno de los grandes maestros de la vida interior y del seguimiento de Cristo. Práctica de amor a Jesucristo, considerada una obra maestra de la teología pastoral, es una meditación del himno a la caridad que escribiera san Pablo en su primera Carta a los Corintios, y que se ocupa de centrar al Cristianismo en lo más importante, lo que no pasará nunca: el amor. "La popularidad del Santo debe su fascinación a la disponibilidad, a la claridad, a la sencillez, al optimismo, a la afabilidad que llega a ser ternura. En la raíz de este su sentido del pueblo está el ansia de la salvación. Salvarse y salvar. Una salvación que va hasta la perfección, la santidad", señaló Juan Pablo II con motivo del segundo centenario de la muerte del santo. Cercano a todos, lleno de misericordia, elocuente en el discurso y enamorado de la belleza, san Alfonso nos invita a amar a Cristo con todas nuestras fuerzas porque Él nos amó primero.
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Indice | Presentación 9 I. Cuánto merece ser amado Jesucristo por el amor que nos mostró en su pasión 11 II. Cuánto merece ser amado Jesucristo por el amor que nos mostró en la institución del santísimo sacramento del altar 27 III. De la gran confianza que nos debe inspirar el amor que Jesucristo manifestó en cuanto hizo por nosotros 41 IV. De cuán obligados estamos a amar a Jesucristo 53 V. Quien ama a Jesucristo, ama el padecimiento 65 VI. Quien ama a Jesucristo, ama la mansedumbre 81 VII. Quien ama a Jesucristo, solamente envidia a los que lo aman más y no a los grandes del mundo 93 VIII. Quien ama a Jesucristo, huye de la tibieza y busca los medios de alcanzar la perfección, que son: 1.º, desearla; 2.º resolverse a ello; 3.º, la oración mental; 4.º, la comunión; 5.º la oración 103 IX. Quien ama a Jesucristo, no se ensoberbece con sus buenas cualidades, sino que se humilla y se complace en verse humillado de los demás 139 X. Quien ama a Jesucristo, no ambiciona más que a Jesucristo 151 XI. Quien ama a Jesucristo, desprende el corazón de todo lo creado 159 XII. Quien ama a Jesucristo, no se irrita contra el prójimo 187 XIII. Quien ama a Jesucristo, sólo quiere lo que quiere Jesucristo 199 XIV. Quien ama a Jesucristo, todo lo sufre por Jesucristo, especialmente las enfermedades, la pobreza y los desprecios 219 XV. Quien ama a Jesucristo, cree cuanto Él ha dicho 239 XVI. Quien ama a Jesucristo, todo lo espera de Él 245 XVII. Quien ama a Jesucristo con amor ardiente, no deja de amarlo aun en medio de todas las tentaciones y desolaciones 261 XVIII. De la lectura espiritual 291 Resumen. De las virtudes explicadas en esta obra y cuya práctica es necesaria a los que aman a Jesucristo 301 |