La experiencia que deseamos transmitir surge del conocimiento y el diálogo con mujeres que trabajan en el cuidado y la atención infantil comunitaria. Desde el principio entendimos la propuesta como un apoyo a las actividades que ellas ya desarrollaban y una respuesta a sus necesidades de capacitación. Hoy nos mueve la intención de recuperar lo transitado y compartir informaciones y reflexiones con todas aquellas personas interesadas en la problemática de las mujeres frente a la difícil situación actual. Con veinte cursos realizados en los últimos cinco años, continuamos recibiendo expresiones y comentarios positivos. Ello nos revela la utilidad de una práctica, pero al mismo tiempo nos obliga a crear y trabajar con grados de exigencia cada vez más rigurosos. En todo momento, nuestra intención fue no perder de vista los intereses y criterios formulados por los grupos, en particular la manera en que viven y significan sus necesidades y demandas. Se trata de avanzar en un sendero que permita a quienes participan en un proyecto comunitario el acceso a una mayor autonomía, necesaria para alcanzar el justo reconocimiento de sus derechos. El Programa contó con el auspicio de la Fundación Interamericana. Por eso, queremos subrayar nuestro agradecimiento a esa institución que advirtió las potencialidades del proyecto y lo apoyó con decisión. Agradecemos también a Lea Waldman y a Graciela Borthwick por sus valiosas y oportunas sugerencias, así como la dedicación y el compromiso brindado por el equipo de docentes capacitadores. Por último, nuestro reconocimiento a las madres cuidadoras que con su presencia e interés hicieron posible esta iniciativa. Raquel Leal María Elena Rubio