Aquí se desarrolla el término artesanía intelectual, con el que el autor insta a los investigadores sociales a desarrollar su capacidad de producción intelectual como un oficio, un arte: "Sed buenos artesanos. Huid de todo procedimiento rígido. Sobre todo, desarrollad y usad la imaginación sociológica. Evitad el fetichismo del método y de la técnica. Impulsad la rehabilitación del artesano intelectual sin pretensiones y esforzaos en llegar a serlo vosotros mismos. [...] Que la teoría y el método vuelvan a ser parte del ejercicio de un oficio." Así, se dedica este trabajo sobre todo a los que se inician en esta profesión: "Únicamente mediante conversaciones en que pensadores experimentados intercambien información acerca de su manera real de trabajar puede comunicarse al estudiante novel un concepto útil del método y de la teoría. Por lo tanto, creo útil referir con algún detalle cómo procedo en mi oficio." Por esta razón, esta obra está escrita "con la esperanza de que otros, en especial los que inician un trabajo independiente, la harán menos personal por los hechos de su propia experiencia".
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