"Yo soy un monte de Dios, debo escalarme a mí mismo, para que Dios me revele su querido rostro." Querida lectora, querido lector: Emprender la lectura de un libro es como iniciar un viaje nuevo cada vez. Por eso es justo que yo te diga enseguida adónde lleva el viaje que estás iniciando con la lectura de este libro, adónde nos estamos dirigiendo. Nos estamos dirigiendo al monte Sinaí para buscar algún vestigio que nos hable del Dios vivo. Subiremos nuestro Sinaí espiritual, para contemplar desde allí arriba a Aquel de quien el Sol no es más que un pálido reflejo. No tardaremos mucho en descubrir que el monte que queremos escalar no está fuera de nosotros, sino adentro... Y nosotros debemos escalar el Sinaí de hoy, no un Sinaí idílico e intemporal; deseamos encontrar al Dios que vive hoy, no sólo conocer al Dios que vivió en el pasado. Deseamos, si es posible, reencontrar el sentido del Dios vivo, cuya necesidad se advierte tan agudamente en el mundo que nos circunda.
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Indice | Prólogo. Sube hacia mí 7 1. Volver a las cosas 11 2. Dios, sentimiento de una presencia 17 3. Cuando te busco, busco la felicidad 23 4. Misterio tremendo y fascinante 29 5. Odio tus obras, te amo a ti 35 6. Dios, roca eterna 41 7. Los cielos cuentan la gloria de Dios 47 8. ¡Vuelve a entrar en ti mismo! 55 9. ¿Quién eres Tú, Señor, y quién soy yo? 59 10. Moisés entró en la nube 63 11. En pie sobre la fortaleza 67 12. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios 73 13. Sal y ponte en el monte ante el Señor 77 14. ¡Quiero a Dios! 83 15. Te agradezco, Señor del universo 89 16. Un torrente de fuego 95 17. Las armas de nuestro combate 103 18. Conocer a Dios es reconocerlo 107 19. Un Dios domesticado 113 20. El Dios de Abraham y el de los filósofos 119 21. ¡Tú mataste a un Dios muerto! 125 22. Verdad y búsqueda 133 23. La fe no termina en las fórmulas 137 24. ¿Quién de nosotros podrá habitar con las llamas eternas? 143 25. ¡Reconoced a Dios su libertad! 147 26. El espíritu es el que da vida 151 27. Algo majestuoso para adorar 157 28. En la cavidad de la boca 163 29. ¡Temed a Dios y dadle gloria! 169 30. Deseo de Dios 173 31. Tu nombre y tu recuerdo son el anhelo del alma 179 Epílogo. Yo seré vuestro Dios 183 Notas 187 |