Hoy en día, el mundo del trabajo presenta innumerables desafíos. El más grave de todos es, sin duda, el problema del desempleo, que ha sembrado el temor en el mundo entero, especialmente en los últimos años. Si los conflictos que provocan inquietud en el mundo del trabajo tuvieran hoy en día la simplicidad y limpidez de un gran combate entre la clase obrera y el capital, sería cuestión de reclamar que el capital tenga más sentido social. Pero el problema es infinitamente más complejo, y sería por demás ingenuo proponer nuevas utopías en vez de buscar soluciones concretas y de asignar a la sociedad en su conjunto una tarea específica. En tales condiciones, no es sorprendente que el problema del trabajo haya pasado a ocupar el centro de las preocupaciones contemporáneas. Si la Palabra de Dios es una lámpara que ilumina los pasos, también tiene que servir de estímulo y de guía en esta apremiante situación. Debe quedar bien claro que sería inútil buscar en la Biblia una clave mágica para analizar y solucionar de manera infalible éste o cualquier desafío histórico. Pero esto no implica que la Biblia no tenga mucho que decir al respecto, lanzando un poderoso desafío en el terreno de las motivaciones y afirmando la permanente vigencia de ciertos valores fundamentales.
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Indice | A modo de introducción 7 Capítulo 1. El trabajo como parte de la condición humana 17 Capítulo 2. Creado a imagen de Dios 33 Capítulo 3. El trabajo en Génesis 2-3 49 Capítulo 4. El trabajo en el libro de los Proverbios 63 Capítulo 5. El Eclesiastés 85 Capítulo 6. El mundo del trabajo 105 Capítulo 7. Ante la crisis de la ecología 161 |