Seudónimo de Samuel Langhorne Clemens, escritor y humorista estadounidense (1835-1910). De joven se ganó la vida como tipógrafo, piloto de buque, periodista, buscador de oro y minero. En 1862 Pero fue como escritor como saltó a la fama. Considerado por muchos un maestro de la literatura norteamericana, Twain inició su actividad escribiendo sobre una de sus grandes pasiones: viajar. Sus estancias en otros continentes le lanzaron a la aventura de escribir Los inocentes en el extranjero (1869). Pero serán Vida en el Misisipí (1863), Tom Sawyer (1876) y Huckleberry Finn (1884), tres obras basadas en sus recuerdos de juventud y adolescencia, las obras que le dieron a conocer. Las dos últimas citadas narran las aventuras de dos jóvenes en un mundo difícil, duro, divertido y algo siniestro al mismo tiempo. El dominio que Twain mostraba en los diálogos, un amplísimo vocabulario (con dialectos y slang, incluidos) y la espontaneidad de su prosa han hecho que 125 años después de ser escritas, estas obras sigan siendo un éxito de crítica y también de público. Un yanqui en la corte del rey Arturo (1889), es otra de las obras de Twain que cosechó buena crítica. Ambientada en la Inglaterra medieval, el protagonista de la historia trata de implantar los valores positivistas y productivistas. En los últimos años de su vida sus obras mostraban un mundo pesimista. El hombre que corrompió Hadleyburg (1900) y El misterioso extranjero recogen una sátira social con cierta amargura.