Clérigo, músico, poeta, escritor y misionero italiano, nacido en Nápoles el 27 de septiembre de 1696. San Francisco Jerónimo lo visitó cuando era niño, y profetizó para él grandes bendiciones y sabiduría. Esto se vio cumplido cuando a los 16 años obtuvo el grado de doctor en los derechos civil y canónico, con notas sobresalientes. También estudió música, artes, vida caballeresca y diversos idiomas. Luego de ejercer un tiempo como abogado, abandonó todo por revelación divina y decidió hacerse apóstol del Señor Jesús. Tras ser ordenado sacerdote a los 30 años, se dedicó desde entonces a trabajar y a enseñar el catecismo en los barrios más pobres de Nápoles y de otras ciudades. Fue uno de los fundadores de la Congregación del Santísimo Redentor (o Padres Redentoristas) en 1752. Este grupo de sacerdotes se dedicó a predicar el Evangelio en ciudades, pueblos y campos de diversas provincias; su labor misionera se extendió por 30 años. En 1762 San Alfonso fue nombrado obispo de Santa Agueda; desde allí continuó con su labor misionera y catequística, en especial con los más pobres. Escritor prolífico, fue autor de 111 libros y opúsculos impresos y unos 2.000 manuscritos; sus obras abarcan los campos de la moral, la fe y la vida espiritual, y lo muestran como uno de los grandes maestros de la vida interior y el seguimiento de Cristo. Luego de soportar una larga enfermedad, San Alfonso murió el 1º de agosto de 1787, a los 90 años. Fue canonizado en 1839 y declarado Doctor de la Iglesia en 1875.