Desde hace varios años, Jorge Lozano dedica parte de su quehacer en la Iglesia argentina a ponerle formato de palabras a sus reflexiones ante las distintas instancias pastorales en las que ha tenido participación activa.
Mirar, amar, obrar y escribir podrían ser una síntesis muy estrecha de su andar ante cada texto. Quizás el “pasar por el corazón” hace la diferencia respecto de sus puntos de vista sobre la realidad y su gente.
Varios medios locales y nacionales de comunicación han recogido sus artículos y los han publicado con muy buena repercusión en los lectores. Una perspectiva y una lectura diferentes merecen sus homilías, a partir de las cuales ha puesto también de manifiesto su deseo de cercanía con los otros, desde y hacia el Evangelio, y una atenta escucha de las necesidades de su comunidad.
En más de una oportunidad, personas allegadas a monseñor Lozano le sugirieron que compilara todos sus escritos en un libro para poder acceder a ellos “de una sola vez”, y así completar y contemplar sus preocupaciones y ocupaciones sobre la dignidad humana y su trascendencia.
Y así fueron adquiriendo su interpretación y contenido palabras como justicia, impunidad, catequistas, Cromañon, jóvenes, madre, vida, planeta, periodistas, maestros, primavera…
Del autor, dice el cardenal Jorge Mario Bergoglio en el Prólogo: “Jorge Lozano sabe mirar la realidad, en su vida de estudiante, de obrero, de sacerdote y de obispo, nunca la eludió ni la disfrazó. (…) Así nos la transmite en estas reflexiones que adoptan diversos géneros literarios. Podemos decir de este hombre, hoy obispo, que es hombre de la realidad, que sabe de la contundencia de lo real y lo defiende de cualquier tipo de fantasías engañosas. En el barrio diríamos que ‘llama a las cosas por su nombre’.”