Colección: Respuestas Educativas
La tesis de este libro es que una de las causas (no la única) de la alteración en los procesos de socialización en los que participan los niños y los adolescentes dentro de la familia, y durante su paso por la escuela, es el borramiento progresivo de los límites que en cada uno de esos ámbitos establecían criterios utilizables para emitir juicios de valor y, por lo tanto, para distinguir lo que está bien y lo que está mal, lo agradable y lo desagradable, en suma, pautas sociales de aceptabilidad.
Según este punto de vista, la presencia de límites más o menos definidos ayuda a establecer demarcaciones que a la postre resultan útiles y necesarias para la orientación cultural, la inserción social y la posterior integración a la vida adulta de los jóvenes.
La noción de límite se toma en el sentido de aquello que permite establecer diferencias y no de límites en el sentido de restringir la capacidad de acción. Desde el ángulo que aquí nos interesa, los límites son necesarios para dotar a los niños y los jóvenes de los criterios de distinción básicos para orientarse dentro del mundo del que forman parte.
Los ayudan a descubrir un orden mínimo y necesario para transitar distintos lugares, a la vez que les permiten reconocer formas y criterios sociales de aceptación y pertenencia. El objetivo de este libro es compartir algunas reflexiones sobre un tema tan actual con directivos de escuela, docentes, padres de niños y adolescentes, y con todos aquellos a los que les interesa la formación y la inserción positiva de los jóvenes en la sociedad.