Los primeros tiempos de clases son tiempos de encuentro, en los que la escuela abre sus puertas a la comunidad y recibe a los alumnos que participarán en el proceso educativo durante el ciclo lectivo. El ser alumno es una construcción que supone un proceso de sociabilización particular y de integración al ámbito escolar. Niñas y niños construyen su rol de alumnos a partir de la interacción, la creación y el fortalecimiento de vínculos, que posibilitan la participación y la pertenencia a la escuela como institución social.
Este proceso se ve favorecido por las acciones y estrategias que los docentes y el personal no docente de la escuela, como agentes socializadores, implementan para incluir a los nuevos participantes -los alumnos- en el ente social escuela.
Acciones y estrategias que involucran a las familias, pues éstas deben acompañar la formación de sus hijos en su nuevo rol de alumnos y participar en la comunidad educativa.
El período de inicio tiene como finalidad que los alumnos logren familiarizarse con un ambiente distinto al del hogar e internalicen algunas pautas fundamentales de convivencia. Es una etapa en la que se construye una nueva relación entre los niños y sus padres con la institución, y de la institución con estas nuevas familias. Esta construcción se afirma sobre la base de la definición y el afianzamiento de la identidad que la escuela imprime sobre la particularidad de cada uno de sus participantes, integrando una comunidad educativa definida y diferente cada año lectivo.
Esta obra contribuye a definir y comprender con claridad el denominado período de inicio, y aporta orientaciones y propuestas pedagógicas con la finalidad de estimular el trabajo creativo de los docentes del nivel inicial.