¡ Vacío !
El testimonio más completo del siglo IV sobre la catequesis lo tenemos en san Agustín, obispo de Hipona, quien nos ha legado un valioso material de la metodología catequética que se aplicaba cuando el catecumenado estaba compuesto por personas que se encontraban por primera vez ante el anuncio de la fe en Dios. No es un tratado propiamente catequético, sino un texto con un método para aplicar al contenido de la catequesis. San Agustín tenía una profunda sensibilidad psicológica y pedagógica; ponía atención a las circunstancias, las motivaciones y las distracciones; tenía presentes la capacidad para escuchar y los límites de comprensión de cada uno. Previendo las dificultades del auditorio, Agustín sugiere remedios actuales para que los catecúmenos no tengan dificultades de comprensión y reciban con alegría el anuncio de la Buena Noticia. Lumen ofrece al lector la presente obra del gran Doctor de la Iglesia, como un valioso método catequístico absolutamente actual y práctico para implementar las enseñanzas del Catecismo de la Iglesia católica.
