• El nacimiento de la pareja frente al misterio del otro: la intimidad y el respeto llegan a integrarse gracias a la conciencia del misterio que cada uno de nosotros es para sí mismo y para el otro.
• Las raíces relacionales y desarrollo de la pareja: los más delicados meandros de las relaciones con las familias de origen. Dejar al padre y a la madre es, de hecho, una de las temáticas neurálgicas en la formación de las jóvenes uniones.
• Las voces de la pareja, comunicar como mujer y como hombre: las diferencias que caracterizan el lenguaje masculino y el femenino abren la relación a perspectivas de integración antes que a choques entre identidades de género.
• La complejidad del universo corpóreo: el cuerpo como lugar privilegiado en el cual las diferencias pueden ser puestas al servicio de la alienación y de la explotación, o bien conscientemente descubiertas como puntos de encuentro auténtico y fecundo.
• Dinero, casa, vacaciones, la negociación en la relación de pareja: la joven pareja se choca a menudo con la dificultad de llegar a unir gustos, estilos y valores distintos.
• Un hijo, entre miedo y deseo: la creatividad de la pareja encuentra su máxima expresión en la generación de una nueva vida, responsabilidad personal y colectiva, invocación a nuestra capacidad de proteger y dar amor.
• Las múltiples traiciones en la vida de pareja: la dinámica ilusión-desilusión-traición en sus posibles ámbitos y aspectos involutivos y evolutivos.
• La pareja como acontecimiento espiritual: el fascinante y difícil salto cualitativo que cada pareja puede experimentar en el interior de la propia relación, al unir la concreción cotidiana con la dimensión contemplativa, para integrar cuerpo, mente y corazón.